jueves, 20 de septiembre de 2012

Mambos de una tana

Me molesta mucho tener que callar una opinión, pero más me molesta cuando me dicen una verdad que no pedí escuchar.
Detesto cuando me doy cuenta que vos ves el problema y te hacés la boluda y yo me tengo que callar porque no tiene sentido ninguna palabra.
Me saca cuando descubro que le hablo a alguien que asiente y no entiende nada de lo que digo.
Odio que me pregunten, ¿qué me mirás? Si me colgué mirando a alguien.
No entiendo y me jode mucho que alarguen la última vocal sin motivo, como si yo fuera a entender más por eso.
Odio los videoclips en los que el cantante hace su mímica mientras mira a la cámara sin más gestos y los camina por la playa pateado algo inexistente o corriendo de tristeza sin rumbo y a los pedos.
Me molesta mucho que me digan “tenías razón cuando, hace cinco años dijiste…”
Odio que no me salga bien esa melodía.
Me jode escucharte decir que vas a hacer algo, cuando sé que no va a pasar.
Siempre me molestó la gente que da el beso que no llega a la mejilla, es asqueroso, para eso no me saludes.
Me da bronca no tener las herramientas para ayudar a una amiga.
Odio ser tan desorganizada.
Me jode que los pibes más lindos estén en el bondi escuchando música o caminando por la calle y no sentados en los lugares que frecuento.
Me saca la gente que me cuenta más de tres veces lo mismo.
Odio cuando alguien entra a una conversación y pregunta ¿de qué hablan?
Odio a una sola persona en su totalidad.
Me jode tener tantas cajas de cds rotas y, por lo tanto, inútiles.

Continuará… pero sepan que todo lo demás me encanta.

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